Las libélulas en sentido amplio, incluyendo por tanto “libélulas” y “caballitos del diablo” son insectos, y como tales poseen dos pares de alas y tres pares de patas; un cuerpo dividido en cabeza, tórax y abdomen; reproducción por huevos y un complejo proceso de metamorfosis que les llevarán desde huevo hasta imago, que es como se le conoce al adulto.
Pertenecen al Orden de los ODONATOS, que significa “mandíbula con dientes”, por la gran mandíbula dentada que poseen.
Aunque a menudo se las ha considerado negativamente (de ahí lo de caballito del diablo) resultan insectos muy beneficiosos, inofensivos para nosotros, que pueden servirnos como bioindicadores de la calidad del hábitat en el que viven.
Hubo un tiempo…
Mucho antes de que los dinosaurios se constituyeran en los dominadores del planeta, ya existían unos antepasados de las actuales libélulas, hace unos 300 millones de años. En el periodo Carbonífero dominaron los cielos de inmensos pantanos, emergieron y cazaron sobre bosques de grandes helechos. Se han descubierto fósiles de especies con una envergadura alar de unos 75 cm, semejante a la que pueda tener uno de nuestros actuales cernícalos o gavilanes.
¿Qué hace tan especiales a los Odonatos?
Gran parte del éxito evolutivo de este grupo de insectos se debe a la excelente adaptación que poseen algunos de sus órganos: los que les permiten cazar (ojos, boca, alas) y reproducirse (genitales).
¿CÓMO VEN?
Los Odonatos están considerados como los insectos con mejor vista. Poseen dos tipos de ojos:
tres ojos sencillos u ocelos en posición
frontal y dos grandes ojos
compuestos a ambos lados de la cabeza.
En los caballitos, estos
grandes ojos están muy separados, situándose hacia ambos extremos de la
cabeza, dándole forma de martillo; en las libélulas, en cambio, están muy
juntos, llegando a tocarse y parecen ocupar toda la cabeza.
La parte superior de estos ojos se especializa en captar movimientos y la inferior en captar formas. De ahí, según algunas teorías, que cuando sienten una amenaza se eleven para ganar perspectiva y valorar dicha amenaza.
¿CÓMO COMEN?
Son animales exclusivamente carnívoros. Precisamente a sus órganos para atrapar el alimento les deben su nombre, Odonatos. Y si original es la mandíbula de un adulto, más aún lo es la de la larva. Ésta posee un órgano para apresar, llamada máscara, único en el Reino Animal. Se proyecta a gran velocidad para agarrar la presa ayudándose de unas mandíbulas dentadas con las que la sujetan. Al hacerse adultos, y abandonar el medio acuático, tras su última muda, desaparece este curioso órgano.
¿CÓMO VUELAN?
Los dos pares de alas son idénticos en los Caballitos del diablo (Zigópteros), y las mantienen pegadas al cuerpo cuando están posados, y algo diferentes en las Libélulas (ese es precisamente el significado de Anisóptero, “alas desiguales”), y las mantienen separadas del cuerpo al posarse.
Sus habilidades de vuelo son extraordinarias: no sólo pueden
desplazarse a gran velocidad sino que también pueden maniobrar en
cualquier dirección.
Las libélulas son capaces de patrullar
incansablemente las masas de agua y capturar en vuelo cualquier presa
que se les ponga a tiro.
Una excelente vista y una gran capacidad de vuelo les hace unos
depredadores casi insuperables.
Una característica común a casi todas las especies es que poseen en el borde del ala, hacia su ápice, una celdilla coloreada, el pterostigma, que al parecer tiene funciones relacionadas con el vuelo y que, en muchas ocasiones, nos resulta un buen criterio diferenciador a la hora de clasificar especies parecidas.
¿CÓMO SE REPRODUCEN?
Los odonatos son animales que, en su fase adulta, viven casi exclusivamente para reproducirse. Durante esta fase de su vida su comportamiento es sumamente agresivo, especialmente en las libélulas. Se muestran tan activas sexualmente que son capaces de formar tándemes o parejas entre especies diferentes. Los machos de algunas especies primero agarran con sus extremidades y después preguntan. Se dan también casos de parejas ocasionales entre machos, así que la cosa no pasa de un calentón pasajero… hasta que observan a otra posible hembra! Con la buena vista que tienen está claro que las hormonas “les nublan la vista”.
La cópula puede llevar, según las especies, desde unos pocos segundos hasta algunas horas. Y aquí tenemos otra de las interesantes, y estéticamente muy bellas, adaptaciones de estos insectos. Mientras que la genitalia femenina se encuentra en los últimos extremos de su abdomen, los machos poseen una doble zona genital. El esperma lo fabrican en la llamada genitalia primaria, en la zona terminal de su abdomen, junto a los apéndices, llamados cercoides, que les permiten agarrar por detrás de la cabeza a las hembras.
Genitalia femenina (Enallagma cyathigerum) |
Genitalia secundaria (Platycnemis latipes) |
Una vez aprehendida la hembra, y formado el tándem, el macho bombea dicho esperma abdomen arriba hasta su segundo segmento, la genitalia secundaria, allí se inserta la genitalia femenina para recibir el esperma. El conjunto de macho y hembra acoplados adquiere la forma de corazón.
Tándem (Ceriagrion tenellum) |
Cópula en odonatos (Erythromma lindenii) |
Sólo queda que la hembra haga la puesta. En algunas especies la hembra la realiza en solitario. Sin embargo, en otras, el macho la acompaña, manteniéndola agarrada o volando alrededor, para evitar que algún otro macho retire su esperma del canal genital de la hembra y deposite su propio esperma.
Una vez depositados los huevos pasarán meses, e incluso algún año, en los que las larvas, también diferenciables las de un zigóptero de las de un anisóptero, las sufrirán varias fases de mudas, para finalmente emerger el insecto adulto, ese admirable insecto de bellos colores, un caballito del diablo o una libélula.
Grupos de odonatos (Odonata)
Tradicionalmente
este grupo se ha subdividido en dos subgrupos que de forma resumida
esquematizamos a continuación (para saber más, recomendamos la
consulta de la Taxaficha dedicada a Odonatos alojada en la página web Biodiversidad Virtual, BV):
Los
Anisópteros
(Suborden
Anisoptera), incluyen lo que
vulgarmente conocemos como libélulas.
Presentan alas desiguales (las posteriores son algo
más anchas que las anteriores) y resulta característico que, en reposo,
las alas se mantienen
abiertas y se disponen en posición más o menos horizontal,
perpendiculares al eje del cuerpo.
Otro carácter diferenciador
lo constituye la cabeza, redondeada y en la que destacan sus
grandes ojos compuestos, que llegan a tocarse
en la parte superior de ésta (en la familia Gomphidae, sin embargo, no llegan a
tocarse, aunque están bastante próximos).
En cuanto a la Sistemática
del grupo se pueden diferenciar las siguientes familias (ver Anisóptera en BV):
Los Zigópteros (Suborden Zygoptera), conocidos como caballitos del diablo, presentan alas de tamaño similar. Cuando se posan, las alas se pliegan y se disponen por encima y en línea con el cuerpo (a excepción del género Lestes, en que permanecen medio abiertas).
En los zigópteros la forma de la cabeza recuerda un poco a un martillo y los ojos están claramente separados (no llegan, pues, a tocarse,como el caso anterior).
Dentro de este grupo se diferencian las siguientes familias (ver
Zygoptera en BV):