Colias
crocea (Colias común)
La
Colias crocea, Colias
común, vuela en dos o tres generaciones, desde la primavera hasta el
otoño, desde el nivel del mar hasta por encima de los 1.600 m.s.m. y,
siendo especie mediterránea, es capaz de coger las maletas y plantarse
en verano en Gran Bretaña o en la Península Escandinava.
Se trata de una especie polimorfa, no sólo a nivel de dimorfismo sexual
sino también entre distintas formas o morfotipos específicos de las
hembras e incluso entre individuos nacidos en distinta generación (los
ejemplares primaverales pueden ser de menor tamaño y colores más
apagados).
Común a ambos sexos es la presencia de una delgada línea de fimbrias
marginales color rosa o magenta, la presencia de un ocelo negro en el
ala anterior y otro más claro e irregular, bordeado por un anillo
rojizo, en el ala posterior. Manchas de menor tamaño, más o menos
circulares, salpican las proximidades del margen alar. Hay también una
mancha oscurilla en la parte media superior de las alas posteriores que
recuerda un poco a una coma (,) y que resulta cuando menos llamativa.
Ojos de un bello color verde esmeralda.
En la forma típica, nominal, los machos exhiben un bonito anverso en
donde predomina el amarillo azafranado bordeado por una franja negra
marginal, mientras el reverso es más amarillo verdoso. La franja
marginal en el ala anterior es continua, mientras que en la hembra está
salpicada de manchitas amarillas, lo que afortunadamente se aprecia
también con las alas plegadas.
Se han citado para las hembras hasta tres distintas formas o morfotipos.
En la forma más común, la nominal, el color predominante es amarillo
azufrado, similar al macho, del que se diferenciará por las manchas
claras en la franja marginal que comentábamos antes.
En la forma
hélice, menos
frecuente, se sustituye el amarillo fuerte de
la zona discal del ala anterior por tonos más blanquecinos.
En la forma
helicina, más
escasa que la anterior, predomina el amarillo
claro.
Resulta comprometido diferenciar hembras de
Colias alfacariensis de las hembras
de
C. crocea de formas hélice
o helicina.
El apelativo
crocea, proviene
de
Crocus,
aludiendo al género botánico del
azafrán, por la coloración distintiva de las alas de esta especie.
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