• Esta libélula de origen africano fue observada por primera vez en la provincia de Málaga, en 1985, en Archidona y Fuentepiedra (Conesa, 1985). El mismo autor la localizó al año siguiente en el Guadalhorce. En ese mismo año de 1986 se produjeron las primeras observaciones en la provincia de Cádiz (Ocharan, 1986). Nosotros no la habíamos observado hasta mayo del 2014, en el pantano de Zahara, cuando observamos y fotografiamos a la hembra de T. annulata que presentamos a continuación. En años posteriores hemos vuelto a localizar ejemplares de esta especie, en zonas relativamente cercanas a la anterior.

• Es imposible confundir a los machos de ambas especies de Trithemis. Al macho de T. annulata se le conoce popularmente como Violeta escarlata, y una vez visto no se olvida. El macho de Trithemis kirbyi es rojo brillante y contiene grandes manchas naranjas en las alas. Las hembras, sin embargo, son más fáciles de confundir, aunque hay varias características que nos permiten diferenciarlas. La de T. annulata, como se puede observar en las imágenes de portada y de la Galería, tiene las patas negras, dos manchas negras al final del abdomen y un tórax con manchas claras y oscuras que le dan un aspecto atigrado. Esas mismas características la diferencian también de las hembras de la otra especie con la que, por sus ojos, podría confundirse, Sympetrum fonscolombii.

• Como se ha indicado en la introducción a este género, no es una especie muy exigente ecológicamente. Al contrario, se adapta a cualquier tipo de hábitat, preferentemente aguas estancadas o que circulen lentamente. Allí, se posa en las orillas o bien en una percha cercana, a menudo con las alas dirigidas hacia adelante y ocultando parcialmente el tórax.

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