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En la península ibérica se presenta la subespecie meridionalis, algo diferente de otras subespecies que habitan otras zonas de Europa, de Francia hacia el Norte y hacia el Este.
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Los machos son espectaculares, con tórax y abdomen verdes o azules metálicos. Las hembras tienen un tono bronce característico. Éstas se diferencian de sus congéneres C. haemorrhoidalis por tener el falso pterostigma más alejado del ápice alar.
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Mucho menos abundante que la otra especie, también prefiere aguas corrientes y bien oxigenadas, en las que vuelan posándose continuamente en la vegetación de los bordes, lo que nos permite observarlas, y fotografiarlas, sin problemas.
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Como se puede observar en el mapa de distribución, sólo hemos detectado una población de Calopteryx virgo en la Serranía, aunque existen ya varias observaciones en ella. En "Comentarios, anotaciones y referencias", a pie de página, se indican las fuentes de las que se han obtenido esas observaciones externas a Mandrágora.
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