Ninfálido perteneciente a la gran Subfamilia Satyrinae, Satíridos, a la
que durante mucho tiempo se consideró como una familia aparte, sin
incluirla en la Familia Nymphalidae. Sólo recientemente se la ha vuelto
a integrar en esta numerosísima familia de los ninfálidos.
Especie con gran dimorfismo sexual. El macho resulta inconfundible por
su diseño de colores y bandas. Incluso con sus alas plegadas es fácil
distinguir, en su reverso, que la banda oscura situada en su zona
basal, cerca del cuerpo, queda interrumpida por una especie de pasillo
por el que se adentra la banda blancuzca (ver foto 3 de la galería). La
hembra resulta mucho menos espectacular pues sus colores y su diseño de
bandas es poco contrastado.
La Banda oblicua es una
especie ligada fundamentalmente a las laderas pedregosas y el matorral
abierto de la media y alta montaña, sobre todo calcárea, escaseando en
ambiente silíceo. En ellas, cuando descansa sobre el suelo o absorbe
sales minerales, se camufla con tanta efectividad que si no se la ha
visto posarse resulta casi imposible localizarla.
Sus orugas, alargadas y con un bandeado parduzco y claro, se alimentan
fundamentalmente de gramíneas como Brachypodium
y Poa.
GALERÍA DE IMÁGENES